Crónica de "La dehesa de Puras de Villafranca" (2-10-10)

Comenzamos el curso con una ruta corta y agradable (sin apenas subidas ni repechos), de lo que se trataba era de desentumecer las piernas, sobre todo después del veranito. Para ello la ruta elegida fue “La dehesa de hayas de Puras de Villafranca”. Una bonita ruta para comenzar el curso y apta para todos/as.

Como es habitual en el grupo quedamos a las 8:00 horas en las inmediaciones de la Parroquia de San Pablo. Tras saludarnos (ya que algunos no nos habíamos visto a lo largo del verano) montamos en los coches poniendo punto de partida hacia Puras de Villafranca.

Una vez en Puras y después de adecentarnos, pusimos rumbo a la dehesa. Para ello cogimos el camino que va hacia el Complejo minero de Puras de Villafranca, donde desde aquí os animamos a quien no ha tenido oportunidad de visitarlo a que vaya, merece la pena. Una vez pasado el complejo y bastantes metros más adelante veremos una clara bifurcación nosotros continuamos por el camino de abajo (dejando el de la izquierda que va ascendiendo). Decir que la ruta es un sendero de Pequeño Recorrido.

A nuestro paso por la dehesa pudimos observar grandes ejemplares de hayas, en el que alguno/a que otro/a tuvo oportunidad de dar un fuerte abrazo (ya que dicen que transmiten mucha fuerza positiva).

Tras pasar la dehesa nos adentramos en una zona de pinar, en la que muy suavemente vamos ascendiendo para terminar en una campa con un cruce de caminos en el que continuamos por nuestra izquierda. Fue en este punto donde aprovechamos para hacer un receso en el camino con el fin de almorzar.

Tras está parada continuamos la marcha, a lo largo de este tramo se pueden ver bonitas panorámicas tanto de los pueblos de la zona como de sus cumbres. Tras parar varias veces con el fin de contemplar la belleza del paisaje nuestro camino va descendiendo con el fin de alcanzar nuevamente Puras.

Una vez en dicha localidad, estuvimos visitando el pueblo y dialogando con la gente del lugar, que en ese momento estaban asando pimientos. Tras ello, nos dirigimos al Bar donde pudimos tomar un refrigerio que nos supo a gloria. A continuación, nos dispusimos a comer y tras dar para el pelo a los bocatas nos fuimos a Villafranca Montes de Oca, donde tomamos tranquilamente un café y regresamos de nuevo a Burgos.