En esta ocasión partimos de Gamonal antes de lo habitual, en concreto a las 7:00 horas, ya que el viaje que nos aguardaba era largo y además íbamos en autobús, lo que hace que el viaje sea más cómodo pero el trayecto se haga más largo. Tras el previo recuento de la gente en el autobús, partimos hacia nuestro punto de partida con el fin de realizar la ruta prevista: Fuente Dé (Cantabria).
Tras superar los 180 km aproximadamente que separan Burgos de Fuente Dé, nos dimos un tiempo con el fin de estirar las piernas, almorzar, ponernos las botas de montaña, contemplar el magnífico paisaje que teníamos a nuestro alrededor…. Tras este receso, nos dispusimos a caminar, para ello partimos desde el parking de Fuente Dé. Desde allí nos encaminamos hacia el prado que esta junto al parador de Turismo, para entrar a este prado abrimos una portilla y cogimos una pequeña senda que va rodeando la parte de atrás del parador, pronto se enlaza con un amplio camino flanqueado por alguna haya.
Camino de Valdebaró
Impresionantes paredones que cierran el circo de Fuente Dé.
Bonita cascada entre el cruce de la carretera que lleva a Fuente Dé y el bonito pueblo de Pido.
Poco a poco ibamos dejando atrás los majestuosos Picos de Europa.Al poco tiempo, tenemos que cruzar el río Deva, tras este pequeño problema que no tardamos en solucionar, continuamos unos metros por el amplio camino que va a dar a la carretera que lleva a Fuente Dé. Giramos hacia la izquierda (dirección Potes) y continuamos unos metros por la carretera hasta encontrar un ramal que veremos a nuestra derecha que será la carretera que va a dar al bonito pueblo de Pido.
Caminando por la carretera que lleva a Pido.
PidoEn Pido tuvimos oportunidad de ver las bonitas casas lebaniegos y los escasos hórreos. Tras la visita partimos hacia nuestro próximo destino Espinama. Para ello, nos encaminamos siguiendo las marcas del PR hacia el río y pasamos por un bonito puente cubierto de hiedra, muy pronto nos encontramos en el citado pueblo. Tras recorrer sus calles, continuamos nuestro camino que nos volverá a cruzar por el río Deva y tomaremos un ancho y bonito camino.
Por el camino que lleva al bonito pueblo de Espinama.
La "Casona" situada en Espinama
El camino es de singular belleza.El camino poco a poco se adentra en el hayedo de las Ilces, en este lugar un pequeño despiste nos hizó coger una pequeña senda la cuál no estaba muy apta para continuar nuestro recorrido. Tras comprobar que no era el camino correcto, dimos media vuelta con el fin de conectar con el camino adecuado. Tras coger el camino bueno continuamos internandonos en el hayedo.
Reseñar que esta ruta en concreto no esta del todo bien señalizada, hay algún tramo confuso que nos puede llevar alguna duda y las pinturas blancas y amarillas habría que darlas un repaso, eso sí el recorrido es BONITO con mayúsculas.
El camino nuevamente va a dar a la carretera que une Potes con Fuente Dé, tras andar unos metros por ella, pasamos por el pueblo de Cosgaya, pero no entramos en él. A los pocos metros veremos a nuestra derecha una carretera que sube a Treviño, la tomamos y llegamos al citado pueblo. Tras hacer las fotos de rigor, continuamos nuestro camino.
Tenemos que destacar que nos hizó un día formidable, lo que hizó que pudiesmos disfrutar más si cabe de la ruta y de los magnifícos paisajes.
El paisaje no deja de sorprender a lo largo de la ruta.El camino que va de Treviño a Los Llanos es un ancho camino con unas espléndidas vistas, este camino va a dar a la carretera principal, por la que tras andar unos metros llegamos a nuestro punto de llegada: Los Llanos.
Por el camino que lleva al pueblo de Los Llanos.
Fin del trayecto.Una vez llegamos a los Llanos, donde tuvimos ocasión de comer y descansar brevemente en el area recreativa, nos dispusimos a partir hacia Potes.
Torre del Infantado en Potes. Después de comer nos volvimos a montar en el autobús con el fin de ir a Potes, allí se dejo tiempo con el fin de visitar este bonito pueblo e incluso hubo algunos que tuvieron la oportunidad de brindar con "sidriña" por la magnífica jornada vivida.
En definitiva, querido/a amigo/a, pese al viaje (algo largo), algún que otro pequeño susto y alguna que otra agujeta por parte de alguno de los participantes de la ruta, bien merecio la pena todo el esfuerzo por diversos motivos: por el paisaje, el camino recorrido, los pueblos visitados, por la gente que participamos en la ruta, por los momentos vividos..... Esperemos poder seguir realizando muchas jornadas inolvidables como esta.
