La víspera de la ruta, los responsables del grupo estuvieron estudiando y valorando la opción más conveniente de cara a la ruta que teníamos prevista: “Subida al Albacastro”. Tras varias llamadas y poner en común los diversos puntos de vista se comento de quedar como es habitual a las 8:00 horas en las inmediaciones de la Parroquia de San Pablo y según viésemos como había amanecido el día tomar la decisión oportuna.
Los termómetros marcaban -4º pero no había nevado y el estado de las carreteras en principio era bueno. Así que con esas premisas partimos con el fin de realizar la ruta prevista. Para ello nos trasladamos por la autovía León a dar a Sasamón, para allí coger la carretera que va a dar a Sotresgudo y de allí a Amaya.
Decir que en un principio la carretera estaba bien excepto un pequeño tramo antes de llegar a Sotresgudo, en el alto, en el que el aire había llevado la nieve a la carretera y había una placa de hielo, pero circulando con precaución no había problema. Así, llegamos a Amaya y subimos los vehículos al aparcamiento que está situado a unos 2,6 km del pueblo.
Tras aparcar los vehículos unas fuertes ráfagas de viento nos dieron la bienvenida. Así que no tuvimos más remedio que ser raudos y veloces para equiparnos convenientemente con el fin de comenzar la ruta cuanto antes. Para ello, allí mismo en el parking cogimos un camino que desciende al Vallejo que está entre medias del Albacastro y de la Peña Amaya.
Primeros pasos de una gran aventura
Bajamos por el camino y a los pocos metros encontramos una portilla, la abrimos, pasamos y continuamos nuestro camino. Una vez en el vallejo llegamos a un punto en el que encontramos una ruta señalizada que nos indica girar a la izquierda y en frente una cruz, nosotros seguimos de frente hasta encontrar bastantes metros más adelante una pista a nuestra izquierda que nos iría subiendo poco a poco a media ladera por el Albacastro.
El fuerte viento y la nieve se aliaron a lo largo de la jornada lo que endurecio la ruta, tal y como se puede apreciar en la foto
Pero antes de seguir describiendo el itinerario me gustaría relatar más detalladamente este tramo. Como dije antes tuvimos que ponernos a caminar rápidamente una vez bajamos al Vallejo, además de continuar con unas ráfagas de viento de consideración se nos unió un nuevo acompañante: la nieve. La cosa se ponía fea, las predicciones no daban por invitado a este acompañante y estábamos en un lugar en el que el viento azotaba con fuerza y unida a la nieve la situación se agravaba más por momentos. Apenas podíamos levantar la cabeza para divisar nuestro frente y el aire en algunos momentos llegaba a zarandearnos. Pese a este panorama decidimos continuar la ruta ya que sabíamos que nos quedaba poco para llegar a un lugar más resguardado y en el que el aire nos daría de espaldas.
Viendo el panorama ya sabíamos que iba a estar muy complicado el llegar a la cima del Albacastro, pero fue empezar a subir por la pista y parece que la cosa cambio, ceso de nevar y el aire no azotaba con la intensidad de antes. Así que paramos para almorzar y reponer fuerzas, fue una parada breve, ya que aunque nos pusimos al sol, el frío se pegaba. Tras este descanso, en el que por cierto que bien nos vino el caldo José, nos volvimos a poner en marcha. A medida que íbamos ascendiendo, lógicamente el volumen de nieve era mayor y por otro lado las vistas eran de una belleza excepcional, merecía la pena el esfuerzo.
Subiendo por un ancho camino con el fin
de ir caminando a media ladera hacia el Albacastro 
A veces fuertes rafagas de viento acompañadas de nieve
hacian presencia queriéndose ser protagonistas
Alto en el camino con el fin de reponer fuerzas
Caminando bajo el manto blanco de la nieve 
Foto de familia en las inmediaciones del Albacastro
La nieve poco a poco se iba apoderando del paisaje 
Poco a poco nos ibamos aproximando a nuestro objetivo La pista toco a su fin y termino por difuminarse, así que nos toco caminar campo a través, el paso era lento ya que había que abrir camino y las fuerzas iban menguando, pero nuestro objetivo estaba cada vez más cerca. Cada pocos metros nos íbamos reagrupándonos. Tras bordear el Albacastro encontramos un acceso con una pendiente moderada y libre de roca para llegar a la cima. El viento volvía a ser de nuevo protagonista.
Decidimos que ya que habíamos llegado hasta ese punto al menos intentarlo. Subió un primer grupo compuesto por 4 personas y a continuación otro grupo un poco más numeroso, cuando subimos unos metros más arriba vimos a la gente del primer grupo agazapada en las rocas debido a la intensidad del viento. Tras ver la situación allí arriba, tomamos la elección más sensata, dejar la cima para otro día, las ráfagas de viento eran muy fuertes y en algún momento llegaban a zarandearnos con virulencia, era una imprudencia intentarlo.
La nieve dificultaba en algún que otro momento nuestro caminar
Desde su nacimiento uno de los objetivos del grupo es disfrutar de las rutas y en está ocasión el intentar subir era, quizás lograr el objetivo, pero sufriendo las inclemencias del tiempo y arriesgando sin necesidad. El grupo NO tiene grandes pretensiones montañeras por lo que pensamos que el Albacastro va a continuar allí y que mejor que otra ocasión para alcanzar su cima y ver las vistas que esta nos ofrece con mayor tranquilidad.
Así que bajamos nuevamente por donde habíamos subido. Los primeros metros de bajada fueron un poco más complicados por el viento, la nieve… pero paso a paso llegamos a un sitio más resguardado y más cómodo para caminar.
Último repecho para llegar a la Lora de Albacastro, posteriormente el fuerte viento impidio que la pudiesemos coronarRetomamos el camino-senda que habíamos abierto anteriormente, volvimos a pasar por la alambrada hasta llegar llegar a un punto en el que cogimos un camino que va a dar al pueblo abandonado de Puentes de Amaya. Descendimos bastantes metros hasta llegar a una tierra de cultivo, la fuimos bordeando hasta dar al camino que lleva a dicho pueblo, decir que el camino poco a poco está desapareciendo ya que la maleza se está adueñando de él.
Una vez llegamos a Puentes de Amaya dimos una vuelta por los restos de esta localidad, casas derruidas, restos de la iglesia y una hermosa fuente.
Tras visitarlo y hacer las pertinentes fotos continuamos nuestro camino con el fin de llegar a nuestro punto de partida. Para ello cogimos un amplio camino y llegando a una bifurcación (ambos caminos llevan al mismo lugar lo que pasa que el de la derecha tiene más recorrido) por lo tanto cogimos el camino de la izquierda, a los pocos metros nos tocaba un repecho que se hacia durillo debido a los kilómetros que llevábamos y por la jornada vivida.
De regreso a nuestro punto de partida
Entrando al pueblo abandonado de Puentes de Amaya
Restos de la iglesia de Puentes de Amaya
Subiendo con el fin de regresar a los vehículosUna vez salvamos el repecho el camino se difumino así que ascendimos como pudimos hasta dar a un camino que en unos pocos metros nos devolvía de nuevo a los coches. Una vez allí nuevamente nos tuvimos que meter rápidamente en los coches ya que el aire era incesante. Bajamos al pueblo con los vehículos y repusimos fuerzas mediante la comida. Tras ello nos trasladamos a Sotresgudo donde tomamos un reconfortante café y tuvimos ocasión de hablar de la jornada vivida.
Como veis amigos/as una intensa jornada la vivida en esta ruta y con muchas vivencias, impresiones, sensaciones… de las que os invito a que comentéis en la sección de Comentarios del blog (Simplemente pinchar abajo a la derecha donde pone comentarios y poner cada uno/a lo que desee). Un saludo y hasta otra.
Foto de familia en la Legua 0 del Camino del Cid
Primeros pasos por la ruta del Camino del Cid
Paso a paso, hemos ido avanzando kilómetros
Panorámica de la zona
Nuestros senderistas a su paso por el Arco de San Martín,
El Solar del Cid, recuerda el lugar donde estaba
Panel informativo en nuestra ciudad
Parada en las puertas de Santa Agueda
La belleza de la catedral de Burgos es incomparable
Foto de familia en la Puerta del Sarmental
El Arco de Santamaría y como telón de fondo la hermosa catedral
Nuestros protagonistas pasando al lado del Museo de Burgos
Rumbo a Cortes
Señalización a lo largo de la ruta
Foto de familia en Cortes
Reponiendo fuerzas tras la caminata
