Como es costumbre en el grupo, quedamos a las 8 horas en las inmediaciones de la Parroquia de San Pablo. Tras juntarnos y repartirnos en los distintos vehículos pusimos rumbo a Torrelara. La ruta que teníamos previsto hacer iba a transcurrir por una comarca con una gran importancia histórica, estamos hablando de la Tierra de Lara.
Primeros pasos a la cima de Peñalara
Ermita de San CristobalTras llegar a Torrelara comenzamos a caminar, para ello cogimos un ancho camino que asciende suavemente a las primeras estribaciones de Peñalara y nos va a llevar en primer lugar a la ermita de San Cristobal. Tras la visita continuamos la ruta por un marcado camino. A los pocos metros tuvimos la oportunidad de ver unas bellas vistas de la Sierra de la Demanda y las primeras nievas caídas a lo largo de este otoño en sus cumbres. El camino desciende unos metros (ya que va a ir a parar a Cubillejo de Lara) por lo que descendemos un poco hasta llegar a un grandioso enebro que esta enmarcado dentro de los árboles singulares de España.
Al fondo cumbres de la Demanda
Magnifíco Enebro catalogado como árbol singular de España
Bonita panorámica desde Peñalara
Foto de familia en la cima de PeñalaraPara ello vamos ascendiendo poco a poco por el marcado camino, hasta llegar a la mesa de Peñalara donde vamos llaneando para encontrar su cima. Antes tenemos la oportunidad de ver unas extraordinarias vistas desde un impresionante balcón natural. Tras caminar nos metros alcanzamos el vértice geodésico de la Peñalara.
Buzón montañero en PeñalaraTras la foto de rigor nos encaminamos a una especie de escaleras naturales provistas de unas modestas pero efectivas barandillas (por medio de unas cuerdas) que nos permiten ir en busca del Castillo de Lara, dicho castillo (o mejor dicho parte de lo que queda de él) se ve perfectamente en el horizonte. Para ello vamos por la senda, la cuál esta perfectamente señalizada por medio de distintas pinturas y balizas.
El paso más "aventurero" en Peñalara
Caminando hacia el castillo de Lara
Restos del castillo de LaraTras llegar al denominado Picón de Lara donde está situado el castillo de Lara (data del siglo X y actualmente solo quedan unos vestigios. Entre sus muros vio la luz el conde Fernán Gónzalez), nos hacemos las fotos de rigor y ponemos rumbo a una de las joyas del arte español: “La Ermita de Nuestra Señora de las Viñas”. Para ello nos enfilamos por la senda que está perfectamente señalizada y nos lleva a dar perfectamente a dicho lugar. Allí tuvimos la gran fortuna de poder visitarla y saber algo más de ella, ya que nos la explicaron de una manera sencilla pero instructiva.
Ermita de Nuestra Señora de las Viñas, en Quintanilla las Viñas
Huella de un saurópodo en el yacimiento de las SereasTras esta nueva parada, volvimos a caminar, esta vez nuestro rumbo se dirigió a las huellas de dinosaurio. Para ello atravesamos el pueblo de Quintanilla de las Viñas y allí cogimos un ramal que nos llevo por un ancho camino a las Sereas (lugar donde se encuentra un yacimiento de huellas de dinosaurio). Tras su visita nos dispusimos nuevamente a caminar en busca del Dolmen de Cubillejo de Lara. Tras apreciar esta nueva joya, nos pusimos rumbo a nuestro punto de partida, para ello tras caminar por un ancho camino llegamos a Cubillejo de Lara. Allí cogimos un ramal a mano izquierda, este camino atraviesa la Sierra de Peñalara (de lado a lado) así que poco a poco fuimos ascendiendo y dimos de nuevo con la ermita de San Cristobal y continuamos por el camino que anteriormente habíamos ascendido.
Dolmen de Cubillejo de Lara Tras aproximadamente unos 21 kilómetros, llegamos a Torrelara. Allí nos dispusimos a comer, tras reponer fuerzas nos trasladamos a Cardeñadijo donde nos tomamos un tentempié para entrar en calor y posteriormente tuvimos una pequeña sobremesa aderezada por un sinfín de dulces.
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