Como es habitual en el grupo partimos a las 8:00 horas desde las inmediaciones de la Parroquia de San Pablo, con el fin de dirigirnos hacia el parking situado en las Lagunas de Neila, punto de encuentro para realizar la ruta programada.
Apuntar que para la ocasión nos juntamos con los miembros del grupo “Asociación de Montañeros de la Demanda” de la localidad burgalesa de Pradoluengo y con los cuales pasamos una grata jornada, esperemos volver a coincidir en una próxima ocasión.
Una vez nos juntamos los miembros de ambos grupos y un grupo de personas de la zona nos dispusimos a iniciar la jornada. Para ello tomamos nada más salir del parking una senda que se interna por el pinar y que en continua ascensión va a dar al Campiña.
Tras pasar por el buzón montañero y el vértice geodésico del Campiña seguimos nuestra caminata, para ello nuestros pasos se encaminaron hacia la izquierda con el fin de buscar el arroyo Palazuelo, que da lugar al maravilloso paraje de “Las Calderas”.
Una vez situados a la entrada del citado paraje, hicimos un receso con el fin de almorzar, en esta ocasión decir que fue un almuerzo de aúpa, ya que el grupo de “A.M. La Demanda” (que de esto entiende bastante) venia perfectamente equipado para la ocasión y no falto de nada (en especial vino) para dicho almuerzo. Tras reponer fuerzas iniciamos en fila de a uno el recorrido por el paraje de “Las Calderas”. La verdad que es un paisaje digno de ver, de caminar, de apreciar, de saborear…. Son muchos los bellos rincones en los que uno se puede detener y contemplar la belleza de la Naturaleza.
Aproximadamente a poco más de la mitad del recorrido del paraje de las Calderas hay un pequeño paso “aventurero” y bonito, es un lugar en el que existe una pequeña cavidad por la que se introduce el arroyo y en el que los senderistas solemos hacer la misma operación que el arroyo, una vez en la cavidad pasamos a la otra cara de la misma y por unas cuerdas de sujeción se continua por el cauce del arroyo. Deciros que en esta ocasión tras barajar diversas opciones no pudimos hacer este bello tramo dada la cantidad de agua que bajaba y que ponía en riesgo la integridad de los miembros del grupo, por lo que desistimos de este tramo y lo salvamos por la parte de arriba.
Una vez llegamos a la última caldera y descansamos un poquito iniciamos el regreso, en esta ocasión decidimos subir por el conglomerado de piedras (se puede subir por ambos lados del arroyo quizás se suba algo mejor por el conglomerado de piedras ya que por el otro lado del arroyo la maleza hace que cueste bastante el avanzar) poco a poco fuimos deshaciendo lo andado hasta encontrar un buen lugar para comer el bocata.
Tras la comida continuamos caminando hasta dar nuevamente con la cumbre del Campiña. Una vez allí continuamos por nuestra izquierda con el fin de bordear las Lagunas (la Negra y la Larga) y así hacer el regreso por distinto camino. Arriba aun quedaba algún nevero y el viento soplaba con ganas, poco a poco fuimos descendiendo hasta situarnos a la altura de las lagunas citadas con anterioridad. Tras bordear las lagunas continuamos nuestro caminar para terminar en nuestro punto de salida, el parking.
Tras cambiarnos y adecentarnos, fuimos a Quintanar de la Sierra, donde hicimos una parada con el fin de tomar un merecido refresco para reponernos del esfuerzo realizado y posteriormente regresar a Burgos con la satisfacción de haber pasado nuevamente una jornada inolvidable por uno de los distintos y bellos parajes de nuestra provincia.
Tras cambiarnos y adecentarnos, fuimos a Quintanar de la Sierra, donde hicimos una parada con el fin de tomar un merecido refresco para reponernos del esfuerzo realizado y posteriormente regresar a Burgos con la satisfacción de haber pasado nuevamente una jornada inolvidable por uno de los distintos y bellos parajes de nuestra provincia.
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