Sabedores de que la jornada era larga, 40 km son los que separan Burgos del Santuario de Santa Casilda, quedamos a las 6:30 horas en la plaza de Villimar con el fin de aprovechar el frescor de la mañana, a la hora citada nos juntamos varios miembros del grupo de senderismo San Pablo con la amable y simpatica gente de Briviesca que quiso participar en está primera edición de la ruta de los canónigos organizada por la Asociación Amigos de Santa Casilda.
En algún tramo, todavía hay acto de presencia del mes lluvioso de mayo.
A lo largo de la ruta tuvimos la oportunidad de pasar por una importante calzada romana, aunque hoy no se aprecia en su totalidad, la Via Italia fue un punto de comunicación muy importante.
Tras reponer fuerzas en los alrededores de la Ermita de Nuestra Señora del Valle (Monasterio de Rodilla) por medio de un suculento bocadillo, un refresco bien frío.... y descansar un poquito, proseguimos nuestra caminata.
Ascendimos hacia el castillo, construido apróximadamente en el año 1.000, tras hacernos la típica foto, continuamos cresteando, pudiendo tener unas panorámicas preciosas, la ermita, el castillo, la Bureba..... en definitiva un paisaje muy bonito.
En Santa Olalla, la gente del pueblo, nos recibio con los brazos abiertos y pudimos apagar gran parte de nuestra sed y el calor, con un refresco bien frío y un aperitivo. Gracias por la acogida.
En Santa Olalla, la gente del pueblo, nos recibio con los brazos abiertos y pudimos apagar gran parte de nuestra sed y el calor, con un refresco bien frío y un aperitivo. Gracias por la acogida.
Nos quedaba, el último tramo, tras pasar por Quintanavides, proseguimos nuestro con el fin de afrontar los últimos kilometros hasta llegar a nuestro objetivo.
Y por fin..... tras 40 km en nuestros pies, y ocho horas caminando, llegamos hasta nuestro objetivo, el santuario de Santa Casilda. Tras entrar al santuario y dar gracias a Santa Casilda por ver cumplido nuestro objetivo, bajamos a la campa con el fin de enfrescar los pies, beber un buen trago de agua y disponernos a comer.
Sirvan estas líneas para agradecer a la gente de Briviesca la acogida, a las cocineras darlas las gracias por esa estupenda caldereta, gracias a todas las personas que han colaborado en hacer está ruta un poquito más fácil y por supuesto a Antonio un abrazo y muchas gracias por todo el tiempo invertido en organizar esta ruta y por las atenciones prestadas. Hasta la próxima.
1 comentario:
De solo leerlo ya estoy cansado. ¡Ánimo! y a seguir caminando hasta que el cuerpo aguante.
El caminante
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