Crónica de la Senda de los Haidíos

Como de costumbre quedamos a las 8:00 h en San Pablo, con el fin de trasladarnos hasta el bello pueblo de Ahedo de las Pueblas, sabíamos que teníamos una distancia considerable en coche hasta allí, así que no nos demoramos mucho para poner rumbo a dicha localidad.

Tras una hora y media de viaje, aproximadamente, llegamos a nuestro destino. Tras aparcar los vehículos y adecentarnos cada uno/a convenientemente comenzamos la ruta prevista.

En esta ocasión realizamos el PR BU-53 llamado la “Senda de los Haidíos” que esta perfectamente señalizado y merece muy mucho la pena realizar y más en esta época del año (otoño) en la que el bosque esta HERMOSO con mayúsculas.

Al principio cogemos una pista ancha de tierra que nos lleva a dar un pequeño alto donde se han instalado recientemente unos aerogeneradores. Cruzamos una pista asfaltada y nos encontraremos una bifurcación señalizada, en la que cogemos el camino de la izquierda que nos bajara hasta el cauce del río (el camino de la derecha será por el que volvamos) le cruzamos y poco a poco iremos ascendiendo para adentrarnos en la espesura del hayedo.

Antes y como referencia pasaremos por una cabaña e iremos paralelos a una cerca de piedra. En este lugar hay que prestar un poco de atención ya que a los pocos metros no tendremos que salir de esta sendita que va paralela al muro de piedra para desviarnos a la derecha con el fin de coger otra sendita que nos adentrara en el hayedo.

Es allí donde uno puede comprender mejor que el viaje ha merecido muy mucho la pena. Tras pasar por el hayedo, salimos a un monte lleno de árgomas en el que si nos desviamos de la senda tendremos dificultad para avanzar. Tras salir de este laberinto y cruzar no sin dificultad el río, nos desviamos un momento de la ruta, para ello vamos a salir a una pista que nos llevara a un hermoso puente de piedra donde están unas bonitas cabañas con sus pastos, la verdad que merece la pena la visita.

Tras contemplar el paisaje retomamos nuevamente la pista y volvemos a caminar sobre nuestros pasos, para llegar a nuestro punto de partida solo nos queda caminar por un ancho camino del que podremos disfrutar de la vegetación y de bellas panorámicas.

Queremos aprovechar estas líneas para agradecer a la gente del pueblo de Ahedo de las Pueblas la acogida que hemos recibido las dos veces que hemos estado y por poner a nuestra disposición el bar, donde hemos tenido la oportunidad de reponer fuerzas y de refrescarnos del esfuerzo realizado, vaya desde aquí un caluroso saludo.