Estimados/as amigos/as, en esta ocasión perdónenme ustedes pero no voy a describir el itinerario realizado, entre otras cosas por la dificultad que entraña y porque si lo hiciese tendrían ustedes un alto porcentaje de acabar váyase usted a saber donde…
Comentaros que partimos a las 8:00 horas desde la Parroquia de San Pablo con el fin de trasladarnos con los vehículos a la localidad cántabra de Cejancas, allí dejamos los vehículos y nos encaminamos hacia Ruanales. Ya desde allí cogimos un camino que poco a poco nos fue adentrando en el Monte Hijedo.
Caminando hacia nuestro primer objetivo, la localidad cántabra de Ruanales
Reseñar que el recorrido por el Monte Hijedo fue espectacular (acebos, hayas, robles, tejos…) El regreso también tuvo su encanto ya que pudimos pisar nieve y ver parte del recorrido desde lo alto.
Pese a los kilómetros realizados (secreto de sumario) la verdad que el ambiente en el grupo fue fenomenal y disfrutamos mucho de la ruta. Tras ella, comimos el bocata en Cejancas donde nos sentó de maravilla y donde se agradeció un trago de vino, para recuperarnos del esfuerzo. Agradecer a José y a Manolo y al resto de personas que prepararon la ruta su esfuerzo para que todo saliese tan bien.