jueves, 26 de febrero de 2009
JORNADA TRISTE (26-2-08)
miércoles, 25 de febrero de 2009
Crónica de la III Ruta de la alubiada "Del puerto del Manquillo a Barbadillo de Herreros" (21-2-09)
Así que este año no fue menos y realizamos los 14 km. que separan el alto del puerto del Manquillo de Barbadillo de Herreros, decir que este tramo le realizamos en el 2.003 pero no nos importaba repetir dada la belleza de la ruta y el buen sabor que teníamos de ella.
Apuntar que disfrutamos mucho de la ruta por los distintos ingredientes de esta: su belleza, por la climatología (nos hizo un día fenomenal para caminar) y sobre todo por estar rodeado de un montón de gente con quien disfrutar de este fenomenal paseo.
Las vistas que se pueden contemplar a lo largo de camino son magníficas. Destacar que la vía verde no tiene perdida alguna y en concreto este tramo se hace de una manera muy agradable.
El tener la oportunidad de realizar este tramo, le ayuda a uno/a a hacerse una idea del fuerte desnivel que tenía que salvar el tren y de lo sinuoso de su trazado en forma de zigzag para solventar la diferencia de altitud.
Desde la vía verde se puede divisar el pueblo de Riocavado de la Sierra, del que sobresale de manera señalada su hermosa iglesia.
Poco a poco nos fuimos acercando a Barbadillo de Herreros no sin antes pasar por el túnel y sus famosas ferrerías
A lo largo del recorrido tuvimos la oportunidad de adentrarnos en el último, y corto, túnel del recorrido, ya en las afueras de Barbadillo de Herreros.
Tras realizar el recorrido y andar por la calles de Barbadillo, nos montamos de nuevo en el autobús con el fin de ir a Ibeas de Juarros, lugar donde nos aguardaba una suculenta "olla podrida" (un plato fundamental en las gastronomía burgalesa y que toma el nombre del recipiente en el que se prepara y el apellido del poderío y contundencia de sus ingredientes: las alubias rojas y todos los productos imaginables del cerdo) y de ahí queridos/as amigos/as el nombre de la ruta “La ruta de la alubiada”, y es que tras una buena caminata una buena olla podrida, y es que esta "ruta de la alubiada" celebraba su tercera edición.
Una vez llegamos a Ibeas, fuimos al restaurante, donde nos esperaba la comida, la verdad que las famosas alubias de Ibeas no nos defraudaron y nos sirvieron para reponer fuerzas y por otro lado fueron la "disculpa" para poder juntarnos nuevamente y pasar una agradable entre todos los participantes tanto en la comida como en la sobremesa.
viernes, 13 de febrero de 2009
VII Ciclo de proyecciones, "Montañas del Mundo"
Viernes 13 de Febrero
"Nueva ruta en la cara este del Huescarán Norte"
Silvia Vidal (Escaladora)
Viernes 20 de Febrero
"Una vida en la montaña"
Pedro Arceredillo (Montañero burgalés (Pradoluengo))
Viernes 27 de Febrero
"Una vida repleta de montañas y naturaleza"
Salvador Rivas-Martinez (Alpinista)
Viernes 6 de Marzo
Iker y Eneko Pou (Escaladores)
martes, 10 de febrero de 2009
Crónica del sendero del cura Merino (7-2-09)
Tras juntarnos todos/as los componentes del grupo que quisieron participar en la ruta a las 8:00 horas en la parroquia de San Pablo, nos dispusimos a trasladarnos a la localidad de Villoviado, con el fin de realizar esta ruta por la comarca del Arlanza.
Tras aparcar los coches en Villoviado, nos pusimos en marcha. A la salida del pueblo encontramos un panel informativo con el recorrido y el perfil de la ruta y al lado unas señales que nos indicaban las distintas direcciones y sus distancias correspondientes. Nosotros tomamos dirección Fontioso, por un camino bien marcado que giraba hacia la izquierda y se encaminaba más bien dirección Solarana, tras caminar varios kilómetros, no ver ningún poste indicador, ninguna señal… íbamos certificando que algo no iba bien. Es por ello, que conectamos con otro camino que se dirigía nuevamente hacia Villoviado, así que retrocedimos por este camino los pasos andados, para ir a dar nuevamente al panel informativo. Allí tomamos la decisión de cambiar nuestra dirección y encaminarnos hacia Rabé de los Escuderos ya que el camino que llevaba a Fontioso no estaba nada claro. En está ocasión, las distintas señales nos certificaban una y otra vez que si que íbamos en la buena dirección.
Llegamos a Rabé de los Escuderos, donde paramos a almorzar y tuvimos tiempo de hablar con la gente del lugar, en especial con un señor que con sus 96 años estaba como una rosa y también de comprar en el supermercado ambulante y de hacerle gasto al panadero.
Tras reponer fuerzas nos dirigimos hacia Fontioso, para ello al poco de salir de Rabé un letrero nos indicaba girar hacia la izquierda con el fin de adentrarnos en el bonito encinar y sabinar que hay en esta zona. Poco a poco, paso a paso fuimos a dar al alto del Risco, punto más elevado de este itinerario. Tras hacernos unas fotos y juguetear con la nieve, continuamos nuestro rumbo.
Una vez llegamos a Fontioso, tuvimos tiempo de recorrer sus calles, visitar la iglesia, hablar con la gente del lugar, hacernos unas fotos…
Tras dejar atras Fontioso, nuevamente nos adentramos en un bosque cerrado de encina y sabina, la verdad que disfrutamos mucho de este trayecto por su belleza, por la nieve caída el día anterior que lo hacía más atractivo aun si cabe, por poder jugar con la nieve….. Poco a poco íbamos viendo nuestro punto de partida y tuvimos ocasión de averiguar el camino que desde un principio teníamos que haber tomado.
La cosa fue que una vez vimos el panel de madera que nos marcaba la dirección a Fontioso, a los pocos metros nos teníamos que haber salido del marcado camino (que gira a la izquierda) y teniamos que haber continuado recto pasando por unas tierras de labor (a primera vista puede inducir a que se adentra en las tierras y no continua el camino, pero no es así) adentrandonos así en el encinar y sabinar.
En Villoviado tuvimos la oportunidad de ver la Casa del Cura Merino, una hermosa casa solariega en piedra decorada con una pequeña inscripción que recuerda a este famoso guerrillero.
Tras finalizar la ruta, montamos en los coches y fuimos a Lerma, donde Jesús Castilla el párroco, muy amablemente nos dejo una sala de la parroquia con el fin de poder comer al calorcito, gesto por el cuál le estamos muy agradecidos. Tras la comida, tuvimos una pequeña sobremesa y posteriormente nos fuimos a tomar un tentempié calentito, unos en forma de café, otros de carajillo, otros de te…. En definitiva cada uno combatió el frío con lo que más le apetecía.